sábado, 11 de agosto de 2012


«Hay que crear un proyecto sostenible a largo plazo»

Ramón Dávila, presidente de PROMOTUR, dirige la consultoría RD Golf Consulting, empresa especializada en obtener el certificado de Interés Turístico.

Probablemente, Ramón Dávila sea uno de los profesionales de Andalucía de mayor prestigio a la hora de hablar del golf, su impacto en el turismo y su sostenibilidad. Presidente de la Asociación de Turismo Residencial y Deportivo de Andalucía (PROMOTUR), trabaja como coordinador general de la consultora RD Golf Consulting, empresa a la que se han dirigido muchos de los promotores que han decidido presentar un proyecto para ser reconocidos de Interés Turístico por la Junta de Andalucía.

¿Cuál es el camino para obtener esta distinción de la Junta?

Lo principal que hay que tener en cuenta es que se trata de un proyecto turístico y no residencial. En este tipo de proyectos el que manda en la actuación es el campo de golf. Por tanto hay que diseñar y planificar el total del proyecto considerando el campo de golf como el auténtico protagonista del mismo sobre el que deben girar los restantes usos. Así primero se le asigna el suelo al campo y después a todo lo demás. No hay que olvidar que el campo debe ser un producto turístico en sí mismo y que tenga capacidad de generar demanda turística por sí mismo y de cualificar la ya existente. Sobre esta base, la oferta de alojamiento turístico, tanto en hotel como en otras modalidades admitidas en la Ley de Turismo de Andalucía, deben ir acorde con la calidad del campo de golf y tener definida muy bien cual es el mercado al que se va a dirigir.

¿Cuál o cuáles de todas las exigencias es la de mayor complejidad?

La exigencia más complicada es la propia dimensión de la finca, ya que para poder desarrollar este tipo de proyectos estamos viendo que hay que contar con fincas con una superficie cercana a las 200 hectáreas, ya que entre otras cosas el campo consume al menos 100 hectáreas como mínimo si se quiere hacer realmente bien.

¿Qué consejo daría a una empresa que se plantee dar ese paso?

Lo más importante para que un proyecto llegue a buen puerto y luego tenga éxito una vez ejecutado, es rodearse de un buen equipo de profesionales con experiencia y especialistas en cada una de las materias que engloba este tipo de proyectos (deportivos, turísticos, ambientales, urbanísticos, económicos, etc.). Hay que analizar todos y cada uno de los detalles a tener en cuenta en profundidad para no cometer errores, diseñar un buen proyecto para generar un buen producto de calidad, atractivo y sostenible a largo plazo. La época del todo vale ya pasó. Y sobre todo tener en cuenta que en este tipo de proyectos, como hemos indicado antes, el campo de golf debe ser de calidad excepcional y es el centro de todo el proyecto.

¿Cuántos años cree que tienen que pasar para que estos proyectos tengan un cuota relevante dentro del total de instalaciones de golf en Andalucía?

Creo que al menos tienen que pasar diez años más hasta que podamos ver una oferta como tal de campos de golf reconocidos como de Interés Turístico en Andalucía. La larga tramitación de este tipo de proyectos, unido a la falta de confianza en cuanto a la inversión, hace que todavía tengamos que esperar algunos años para ver esta nueva oferta.

¿Cómo cree que cambiará el sector del golf en Andalucía cuando llegue ese día?

En la medida en que se aprueben y ejecuten proyectos que tengan las características que estamos comentando, sin duda alguna la oferta de turismo deportivo y de golf en Andalucía mejorará sensiblemente y al mismo tiempo resultaran beneficiados otros segmentos turísticos y en general también los destinos turísticos afectados serán mas competitivos y diversificados, lo que les mejorará en la estacionalidad y rentabilidad de los mismos.

¿Es difícil para una constructora asumir que el uso residencial del proyecto no debe de ser el eje del proyecto?

Es difícil cambiar la forma de pensar de que, el beneficio no está en la cantidad sino en la calidad, pero dado el tiempo y la experiencia vivida con esta crisis, los promotores ya tienen esto asumido, siempre y cuando los números salgan, claro. Un promotor no deja de ser un empresario que busca la rentabilidad de su trabajo y de su inversión.

¿Y cómo se puede plantear un proyecto así en un destino que no esté consolidado turísticamente?

De hecho, este es uno de los principales objetivos del decreto, entre los que se encuentra la recualificación de los destinos maduros y la cualificación de la oferta en los destinos de interior. La mayoría de los proyectos actualmente en trámite son incitativas de interior que aportan una oferta alojativa, turística y deportiva de calidad en un zona no consolidada desde el punto de vista turístico, pero que cuentan con recursos culturales, etnográficos, paisajísticos, ambientales, gastronómicos u otros, que pueden ponerse el valor turístico.